Camping Ille y Vilaine

Hay que reconocer que el simple hecho de pasar unas vacaciones de camping en Bretaña es un auténtico sueño. Una costa excepcional, islas para explorar, ciudades medievales, zonas naturales en abundancia... Sí, sin duda esta región tiene buenos argumentos para cautivarnos. ¿Te has decidido por un camping en Ille y Vilaine? Disfruta entonces de las murallas de Saint-Malo, del encanto intemporal de Dinard, del casco viejo medieval de Rennes, del bosque de Brocéliande o de la ribera del Rance. La guinda del pastel (o, en este caso, del «kouign-amann»): si reservas una parcela en un camping en Dol de Bretagne o en la bahía del Mont Saint-Michel podrás disfrutar de tu estancia para organizar una visita al famoso monte, llamado «la maravilla de Occidente».

¿Sabías que la Costa Esmeralda debe el nombre al color de sus aguas? En función de las fechas de tu estancia en Ille y Vilaine, tal vez tengas la oportunidad de asistir al espectáculo de las mayores mareas de Europa desde lo alto de las murallas de Saint-Malo, o sobre el paseo de Sillon. En Dinard, no te pierdas el paseo del Clair de Lune para disfrutar de una caminata al ritmo de las olas. Después, rumbo al casco histórico de Rennes para admirar las casas con entramado de madera de las calles medievales. Para terminar por todo lo alto, toma un barco, una barcaza o un kayak en los ríos de Ille y Vilaine antes de dirigirte al lugar de Mégalithes et Landes de Saint-Just, una zona natural y un parque prehistórico de gran belleza.

La «galette saucisse» es toda una insignia en Bretaña, y se come a cualquier hora del día en Ille y Vilaine. Esta crêpe de trigo sarraceno con una salchicha de cerdo a la parrilla se toma como tentempié en los mercados de la región, para comer sobre la marcha o como aperitivo a la hora del vermut. Una tradición que tu pequeña tribu enseguida adoptará. Para el desayuno puedes optar por los «craquelins» de Saint-Malo: deliciosos panecillos abizcochados. Por último, no te olvides de catar los mejillones bouchot de la bahía del Mont Saint-Michel, una especialidad AOP, o de probar una tostada de «pommé», una mermelada de la región de Rennes.